El actor mexicano Pablo Lyle enfrenta un complicado panorama legal mientras cumple una condena de cinco años en la prisión Turner Guilford Knight, ubicada en Florida, Estados Unidos.
Y es que el pasado 11 de junio, el programa ‘Hoy’ informó que los abogados de Lyle renunciaron bajo ‘diferencias irreconciliables’, por lo que abandonaron el caso.
Lyle se encuentra con otro problema legal, ya que la defensa de la familia de Juan Ricardo, quien murió a consecuencia del traumatismo que sufrió por el golpe que le dio el actor, solicitó una indemnización por gastos funerarios y atención psicológica de la esposa del fallecido.
Aunque dicha petición había sido suspendida en 2023, se volvió a presentar, por lo que necesita nuevos representantes legales. De no conseguir uno, se le asignará un defensor público, y Mane de la Parra, amigo cercano del histrión, expresó su preocupación con la prensa y reiteró su disposición para ayudarlo económicamente.
«Como su amigo, estaré aquí cuando la familia o amigos necesiten que hagamos algo para recaudar fondos para ayudarlo. Sin duda alguna, cuenta conmigo siempre,» declaró De la Parra.
¿Qué ocurrió con el caso de Pablo Lyle?
El actor, que se encontraba en uno de los mejores momentos de su carrera tras protagonizar ‘Mirreyes vs Godínez’, tuvo problemas con la ley estadounidense en marzo de 2019, cuando le dio un puñetazo a Juan Ricardo Hernández, un hombre de 63 años, durante un altercado de tránsito.
El señor fue trasladado al hospital, donde falleció días después debido a un traumatismo en la cabeza. Debido a este acontecimiento, Pablo Lyle ya no pudo dejar el país y estuvo bajo arresto domiciliario, llevando su proceso en Miami.
Tras recibir su sentencia en 2023, el actor mexicano tomó la palabra y se disculpó con los familiares de la víctima que estaban presentes en la corte.
«Su pariente perdió la vida por algo que yo hice, algo que estará conmigo; es algo que me acecha cuando voy a dormir en la noche, y sigue ahí cuando me levanto por las mañanas», dijo.
«Nunca en mis sueños más alocados me pude imaginar que algo como esto pudiera pasar, que se perdiera una vida y que muchas otras personas fueran afectadas drásticamente, en una cuestión de segundos, con un solo golpe».
