La montaña del Cristo Rey, un sendero en la frontera entre México y Estados Unidos, recorrido por cientos de católicos en Semana Santa, se ha convertido en el calvario de miles de migrantes que desean llegar al norte.
Integrantes del crimen organizado aprovechan que no hay muro fronterizo en la montaña del Cristo Rey para engañar a los migrantes y seducirlos con la idea de un cruce seguro hacia Estados Unidos a cambio de un pago de entre 5 mil y 10 mil dólares, es decir, entre 90 mil y 170 mil pesos mexicanos.
Desde el inicio del año fiscal 2024 en Estados Unidos, que comenzó en octubre pasado, agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector de El Paso han registrado alrededor de 132 muertes de migrantes en la montaña de Cristo Rey.
Además, se tiene registro de 757 rescates de migrantes realizados en los últimos nueves meses, de acuerdo con Orlando Marrero-Rubio, agente y técnico de emergencias médicas de la Patrulla Fronteriza, Sector El Paso.
“Muchos migrantes se encuentran deshidratados. Entendemos que los migrantes son mercancía para las organizaciones criminales. Así los tratan, son desechables”, señaló el agente.
Marrero-Rubio detalló que la mayoría de migrantes que cruzan por este peligroso paso provienen de México, Venezuela, Colombia, Guatemala y Ecuador.
¿Por qué hay más cruces de migrantes por la montaña del Cristo Rey?
La montaña del Cristo Rey abarca una superficie de 38.8 kilómetros cuadrados. La principal característica de este sitio es su ubicación: una parte está en México y otra en Estados Unidos. Es decir se sitúa entre Chihuahua, Texas y Nuevo México.
Además, no cuenta con muro fronterizo, lo que la hace perfecta para que los grupos del crimen organizado trasladen personas por esa ruta con la promesa de que llegarán sanos y salvos a territorio estadounidense; sin embargo, la realidad es otra.
El terreno de la montaña del Cristo Rey es inestable para caminar. A eso se le suma el calor intenso en el día, que alcanza temperaturas superiores a 35 grados, mientras que por las noches el frío es implacable.
Dichas condiciones climáticas, más el esfuerzo físico que implican los cruces irregulares en la frontera entre México y Estados Unidos se traducen en personas con severos cuadros de deshidratación, que sufren golpes de calor, desmayos, torceduras, lesiones, e incluso la muerte.
Ante el aumento de cruces ilegales en esa zona de la frontera sur de Estados Unidos, la Patrulla Fronteriza ha capacitado 140 de sus agentes para que puedan brindar servicios de emergencias médicas. Esta decisión se tomó luego de considerar que los agentes fronterizos son la primera línea de soporte para los migrantes.
Además,se han instalado 24 torres de rescate en el área las cuales activan un sistema de emergencia para facilitar la localización de migrantes y reducir las muertes.
Con información de El Financiero.
