El mes pasado se cumplieron dos años de que trascendiera el resguardo de 177 felinos que habitaban en el refugio llamado Fundación Black Jaguar – White Tiger, localizado en un predio en la colonia San Miguel Ajusco.
Este suceso despertó asombro y descontento a la población en general, debido a la precaria situación en la que vivían los animales.
La Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) compartió este jueves 4 de julio un video comparativo del cómo fueron encontrados los felinos hace dos y años, y cómo lucen actualmente.
Asimismo la Asociación apuntó que los ejemplares están sanos, con pesos adecuados, sus pelajes dan cuenta de su estado de bienestar.
“Tras el infierno que padecieron, Gracias a los Zoos están teniendo una segunda oportunidad de vida digna y feliz”.
Eduardo Mauricio Moisés Serio, fundador de la Fundación Black Jaguar – White Tiger, aún no recibe castigo sobre estos hechos. La Revista Forbes dio cuenta en febrero de 2023 existe una orden de aprehensión en contra del empresario por maltrato y tráfico de animales y especies en peligro de extinción.
Por otro lado, el santuario fue clausurado el 18 de julio de 2022 por la Profepa debido a las condiciones en las que se mantenía a los felinos, así como por denuncias de maltrato animal y abandono.
En ese mismo mes del año pasado la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que más de 100 ejemplares ya habían sido trasladados a cinco entidades, entre ellos Morelos, Chiapas y Veracruz.
En diciembre del 2022 fue trasladado el último felino. Tiempo después organizaciones aseguraron que algunos los ejemplares presentaban afectaciones como daños renales, hepáticos, ceguera o descalcificación, lesiones como heridas o amputaciones parciales en sus colas, desnutrición, bajo peso, entre otras.
En ese mismo mes del año pasado la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que más de 100 ejemplares ya habían sido trasladados a cinco entidades, entre ellos Morelos, Chiapas y Veracruz.
En diciembre del 2022 fue trasladado el último felino. Tiempo después organizaciones aseguraron que algunos los ejemplares presentaban afectaciones como daños renales, hepáticos, ceguera o descalcificación, lesiones como heridas o amputaciones parciales en sus colas, desnutrición, bajo peso, entre otras.
