Con una breve audiencia, este miércoles inició la investigación pública sobre la muerte de las tres niñas de Southport, que fallecieron el pasado 29 de julio, tras ser apuñaladas en un centro recreativo.
Bebe K., de 6 años; Elsie D. S., de 7, y Alice D. A., de 9, murieron cuando un adolescente de 17 años -identificado como Axel R.-, entró en una clase de baile con temática de Taylor Swift en un centro de verano en Southport y agredió con arma blanca a varios menores y dos adultos.
Como parte del proceso formal que se hace en el Reino Unido cuando la muerte de una persona ha sido violenta, la juez forense Julie Goulding celebró una vista, muy breve, para comunicar que se abría y se aplazaba la pesquisa pública hasta el año próximo.
Goulding dijo que era «imposible articular adecuadamente los efectos devastadores y duraderos» de los «acontecimientos verdaderamente trágicos» de la semana pasada.
La apertura de esta investigación supone un «proceso breve, sombrío y formal», agregó.
Al día siguiente del ataque, grupos de extrema derecha empezaron a provocar disturbios en varias ciudades británicas al reaccionar a la información falsa que afirmaba que el agresor era un solicitante de asilo.
Por su parte, el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, convocó este martes, al gabinete de emergencia a una segunda reunión de crisis -conocida como COBRA- para coordinar una respuesta ante la oleada de violencia que asola al Reino Unido.
Al término del encuentro, Starmer aseguró que espera «sentencias firmes» para todos los responsables de las revueltas violentas antes del final de esta semana, y señaló que de las cerca de 400 personas arrestadas, 100 ya han sido acusadas con cargos y otras muchas ya están ante los tribunales.
