La boxeadora Cindy Ngamba aseguró este domingo al equipo de refugiados la primera medalla olímpica de su historia al clasificarse a semifinales en la categoría de -75 kg después de derrotar a la francesa Davina Michel.
Luego de un primer asalto muy disputado, la refugiada fue de menos a más para terminar derrotando a la púgil local, muy apoyada por el público. Con el boleto a semifinales, Ngamba se aseguró irse como mínimo de estos Juegos con un bronce y el equipo de refugiados, que existe desde Río 2016, garantizó el primer metal olímpico de su historia.
Son 36 atletas, 23 hombres y 13 mujeres, venidos de once países: Afganistán, Siria, Irán, Sudán, Sudán del Sur, República Democrática del Congo, Eritrea, Etiopía, Camerún, Cuba y Venezuela, los que componen el equipo de refugiados en los Juegos de París.
Cindy Ngamba, llegó al Reino Unido huyendo de su país, Camerún, con el estatuto de refugiada junto a su familia a los 11 años.
Homosexual declarada desde los 18, la joven contó que sufrió acoso escolar en la infancia por no saber hablar bien inglés, por su peso y por su olor corporal.
Entonces, dos profesores la incitaron a hacer deporte y la joven se refugió primero en el fútbol y luego en el boxeo, deporte que hoy la convierte en medallista olímpica.
Los británicos deseaban contar con ella en su equipo nacional para el torneo olímpico, pero los intentos de los dirigentes del boxeo no fueron suficiente para que obtuviera un pasaporte.
