George Michael nos dejaba para siempre el pasado 25 de diciembre a los 53 años; no obstante, sus familiares y amigos todavía tendrán que esperar para poder enterrar al cantante. Y es que según revela una fuente cercana al caso al diario británico The Sun, la policía todavía tiene que realizar nuevos exámenes toxicológicos.
Publica el citado medio que el resultado de los últimos estudios realizados al cuerpo del artista arrojaron respuestas inconclusas y es por ello que ven necesario volver a realizarlos.
Las nuevas pruebas se realizarían a lo largo de este mes de febrero y las conclusiones a las que lleguen los investigadores no estarían hasta cuatro semanas después.
“En casos parecidos las pruebas toxicológicos pueden tardarse unas ocho semanas en dar resultados, a veces incluso un poco más”, ha declarado esta misma fuente a The Sun.
Michael Lippman, el representante del cantante, explicó en su día a medios locales que la causa del fallecimiento había sido un paro cardíaco mientras dormía. Horas después, su cuerpo era encontrado por su pareja, el peluquero de origen libanés Fadi Fawaz,
Hace unas semanas era un primo de George Michael el que confesaba en la BBC que sospechaba que éste había muerto de una sobredosis, tras haber tomado “mucho de algo, mezclado con antidpresivos y otros fármacos, además de alcohol”.
“En los casos en que alguien muere de una sobredosis de drogas, queremos establecer quién suministró esas sustancias”, declaraba un portavoz de la policía el pasado 6 de enero.
Ya en 2015 George Michael tuvo que ser ingresado en la clínica suiza Kusnacht Practice de Zollikon por su adicción al cannabis (reconoció llegar a fumarse hasta 25 cigarrillos de marihuana al día) y en 2010 entró en prisión por conducir bajo los efectos de las drogas y el alcohol. Ahora toca averiguar su fueron éstas u otras sustancias las que precipitaron su muerte.
