El pan de muerto es una deliciosa y tradicional golosina mexicana que se disfruta especialmente durante la celebración del Día de Muertos, por lo que miles de amantes de este manjar deben esperar hasta octubre, aproximadamente, para disfrutarlo.
Y es que, con la llegada del otoño y los vientos que trae consigo, un buen café y un pan de muerto se convierten en la opción predilecta para consentir al paladar, y es hasta ese mes cuando el pan de muerto abunda en panaderías restaurantes y supermercados.
Ante la popularidad con la que cuenta, el pan de muerto comienza a ser elaborado y vendido en el mes de agosto, a fin de satisfacer a sus consumidores y poder saborearlo el mayor tiempo posible.
Sin embargo, este año este tradicional platillo se adelantó y usuarios de redes sociales se dieron a la tarea de documentar que, en panaderías locales, tiendas de autoservicio y grandes centros comerciales, ya se vende el tradicional pan de muerto.
Los internautas han quedado sorprendidos al ver que este rico manjar, por el que se tenía que esperar hasta el último trimestre el año, se ha adelantado hasta 3 meses.
Muchos se preguntan si esta venta tan anticipada estará relacionada con el cambio climático y las recientes lluvias registradas en el país luego del intenso calor que se sintió en mayo, o si simplemente es una estrategia comercial que los negocios buscan aprovechar para sacarle las mayores ganancias posibles.
En tanto, otros internautas opinaron que es demasiado pronto ver pan de muerto por todos lados y que, lo único que esto provoca, es atentar con la bella tradición del Día de Muertos y una delicia propia de esas fechas de inicios de noviembre.
También expresaron que lo bello del tradicional pan de muerto, es esperar hasta octubre para disfrutarlo con la llegada de la llamada “temporada espeluznante” que tare consigo el recuerdo de los muertos.
La importancia del pan de muerto
Durante el Día de Muertos, las familias y amigos se reúnen para recordar a sus seres queridos que han fallecido. El pan de muerto se comparte en altares y como parte de las ofrendas junto con otros alimentos que los difuntos disfrutaban en vida, creando una atmósfera de amor, nostalgia y celebración.
Aunque el pan de muerto tradicional sigue siendo el favorito, también hay muchas variaciones creativas en la actualidad. Desde rellenos de chocolate o crema, hasta versiones miniatura para disfrutar como bocadillos, este pan ha evolucionado con el tiempo sin perder su esencia cultural.
