La modestia es una forma de vida para el tirador olímpico turco Yusuf Dikeç, medalla de plata en tiro con pistola de 10 metros, que se convirtió en una estrella mundial desde que en los Juegos de París 2024, se hicieron virales unas imágenes suyas tirando, con la mano en el bolsillo, sin gafas ni casco.
“Soy el mismo. Desde el día siguiente a nuestra medalla de plata, todo el mundo me hablaba de la cantidad de veces que se habían compartido mis fotos en las redes sociales. Pero no me importa, sigo con mi vida, igual que antes”, declaró a la AFP en el campo de tiro donde suele entrenarse en Ankara, la capital turca.
Su pose relajada se ha convertido en un símbolo de victoria, y muchos atletas olímpicos lo imitaron tras ganar una medalla, entre ellos el sueco Armand Duplantis, estrella del salto con pértiga.
Incluso Elon Musk, compartió un vídeo suyo, que ha sido visto 170 millones de veces.
Han surgido videojuegos y dibujos animados en los que aparece como agente secreto, convirtiéndolo en un símbolo de despreocupación y confianza en sí mismo.
Para Yusuf Dikeç, de 51 años, el verdadero éxito fue su medalla olímpica, la primera para Turquía en pistola de aire comprimido de 10 metros, que ganó con su compañera Sevval Ilayda Tarhan.
“Algunos pensaron que mi mano en el bolsillo era un signo de arrogancia. No saben nada de mí ni de los deportes de tiro”, se ríe.
“Sólo lo hago para mantener mi cuerpo más estable, para mantener el equilibrio. No hay que buscar más”, añade.
Yusuf Dikeç, quien desde hace un año se jubiló como oficial de la gendarmería, explicó que prefiere disparar sin equipo de protección, porque no se siente cómodo.
“Como disparo con los dos ojos abiertos, no me siento cómodo con gafas, cascos o cualquier otro accesorio. Por eso no los uso”.
Su compañera de equipo, Sevval Ilayda Tarhan, comparte sus preferencias, pues también se mete la mano en el bolsillo y lleva una gorra como único accesorio.
Para Yusuf Dikeç, más que la confianza en sí mismo, su pose simboliza el espíritu olímpico.
“El juego limpio, el rechazo del dopaje y la comprobación del talento y la anatomía humana en su estado natural forman parte del espíritu olímpico. Hay algo hermoso y natural en este movimiento. La gente lo ha apreciado, lo cual me complace”, afirmó.
También es el resultado de 24 años de intensa práctica del tiro, deporte en el que se inició en la gendarmería y con el que ganó numerosos campeonatos del mundo y de Europa antes de los Juegos Olímpicos.
Entrenó al menos cuatro horas al día y seis días a la semana durante un año para preparar las Olimpiadas.
Así mismo, lamentó que se le haya escapado la medalla de oro que espera ganar en los Juegos de 2028 en Los Ángeles.
“Somos uno de los mejores equipos del mundo, incluso puedo decir que somos los mejores. Hemos trabajado tan duro que hemos batido un récord olímpico. Sólo tuvimos mala suerte el día de la final”, afirmó.
Para el ex condestable, hace falta trabajo duro y pasión para alcanzar el éxito.
“Incluso se lo dije a Elon Musk”, dice, recordando un intercambio que tuvo con el multimillonario en X después de que compartiera un video suyo.
“Le pregunté si los robots podían ganar una medalla con la mano en el bolsillo. Yo creo que no, porque hay cosas que ni la tecnología ni el dinero pueden conseguir porque requieren corazón”, opinó.
